
Profesionales en salud mental, ¿por qué toca reinventarnos?
Me invitaron a hablar el otro día en las IV Jornades sobre La formació integral en salut mental: “Reptes per la integralitat: formació, atenció i desenvolupament professional” de la Fundació Congrés Català de Salut Mental.
Expresé la idea de que más que integrar la atención sanitaria pensemos en deconstruirla ya que nadie va a imponer su modelo.
Os lo comento desde la Salud Mental pero es exportable a cualquier ámbito sanitario.
Nos han soltado en el salvaje Oeste de la Salud Mental aprendiendo a manejar dos revólveres: las pastillas y el palique (psicoterapia), y se nos están quedando obsoletos.
¿Qué está ocurriendo?
Los que promocionan el negocio pastillero, la Industria Farmaceútica, mira para otro lado y desinvierte en la investigación psicofarmacología de siempre y líderes de opinión como el exjefe del Instituto de Salud Mental Americano huyen a Silicon Valley fichando por Google.
Uno siente que a una generación de gente formada en un paradigma de predominio biomédico los generales que nos mandaron a las trincheras de la asistencia han dado media vuelta y nos han dejado solos.
¿Qué nos espera?
Como casi siempre los cambios en la profesión nos vendrán de fuera ya que los sanitarios no nos caracterizamos al menos en estos tiempos por nuestra gallardía ni por nuestra capacidad innovadora con honrosas excepciones.
El futuro nos llegará desde el cóctel de todo lo ajeno a la profesión aderezado con el prefijo BIO. Es decir la BIO ingeniería, informática, robótica, genómica…que pivotando entorno al BIG DATA y un renovado papel de los pacientes nos llevará a la gran revolución de nuestra forma de asistencia clínica.
Vamos que los pacientes nos van a adelantar sin mirar atrás para avanzar hacia unas tecnologías que por fin les van a empoderar de verdad.
Os invito a que veáis estos dos vídeos muy reveladores de nuestro futuro asistencial y que tratan entre otras cosas sobre BIG DATA en la conferencia de clausura en el 13º Curso de Actualización de la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria.
De acuerdo a lo escuchado en estos vídeos espero que en el futuro los sanitarios no nos comportemos como los taxistas reacios a Uber.
La gente con todo lo que les aporten las nuevas tecnologías nos va a dar plantón y eso del empoderamiento de los pacientes, algo que quedaba muy bien pero luego nunca se concretaba, va a convertirse en una realidad.
¿Qué implica esto?
Una reformulación del concepto de persona en Occidente.
Desde un modelo de vulnerabilidad hacia un modelo de recuperación.
¿Ventajas?
Tantas como potenciales problemas pero sin duda que habrá menos conflictos con los pacientes.Cuando te sitúas en un plano de igualdad frente al usuario y no como experto que te dice lo que has de hacer o tomar el ambiente se relaja.
Quizá en otras especialidades no será tan claro pero en psiquiatría será brutal.
Con el volcado masivo de datos que nos ofrecerá el BIG DATA se va a reescribir el planteamiento de las enfermedades.
En nuestro caso nos vendrá posiblemente una psicopatología y una terapeútica hecha desde el propio paciente quienes con toda esta información se van a autogestionar creando grupos de ayuda mutua y utilizando aplicaciones del móvil para monitorear sus dolencias.
Esto implicará por otra parte que disminuirá la cantidad de sanitarios necesarios entre otras cosas porque la digitalización y el desmantelamiento del estado de bienestar hará que se pierdan o transformen muchos puestos de trabajo.
Pongamos un ejemplo de lo que nos viene y para quién piense que esto queda lejos le recordaré que muchos comenzamos la carrera sin ordenadores ni Internet o valga como referencia que cuando empecé la especialidad de Psiquiatría en 1997 la mayoría de la gente no teníamos móvil.
Vayamos a esa sugerencia de escenario futurista pero a la vuelta de la esquina.
Con el Internet de las cosas la gente vamos a ir cargaditos de biochips, implantes y todo tipo de gadgets que interaccionando con mis datos de farmacogenética y farmacogenómica hará que constantemente estemos monitorizados/conectados y recibamos indicaciones terapeúticas que a su vez nos podremos imprimir o ir a recoger unas pastillas de una maquineta expendora.
Se acabaron los centros de salud tal y como los conocemos.
¿Habéis visto a algún sanitario en este proceso?
No, ¿verdad?
Bueno a lo mejor seremos técnicos de Sanidad que estaremos apostados al lado de la maquineta que facilita las pastillas o los consejos terapéuticos para resolver dudas.
Si esto es bueno o malo, eso es otra cuestión.
Si la digitalización va a llevar a un proceso de exclusión de parte de la Sociedad tampoco lo sabemos pero no lo creo.
Es más fácil ver a un inmigrante subsahariano con un móvil que gozando de un buena vivienda.
Pues yo no quiero esto para mi.
Pues te pasará como a un colega que se negaba a comprarse un móvil cuando todo esto empezó o yo mismo cuando me fastidiaba la obligación de tener que estar pendiente del correo electrónico en el trabajo.Ajo y agua.
Vosotros mismos. Nada más que añadir su Señoría.
Muy interesante lo que cuentas. No sé si eso sucederá como dices, pero lo que sí tengo claro es que los pacientes dejarán de ser esas personas desvalidas y sin recursos que esperan casi un milagro de la única persona a la que tienen acceso y que entiende su problema. Es lo bueno de la globalización…la información corre libre y es más fácil que nunca ponerse en contacto con gente que sufre tu mismo problema y el poder enterarse de maneras de aliviar los síntomas. Al final todo esto es positivo.
No creo que os quedéis sin curro, porque desgraciadamente parece que hay una tendencia al alza en problemas de salud mental. Lo que sí pienso es que quizás los profesionales de la salud mental (y demás) tendrán que ser menos mecánicos del cuerpo y más investigadores. Especializarse en un problema concreto, mientras a la vez mantener la visión global, la holística que le llaman, porque a veces alguien puede ir con un problema aparantemente dermatológico (por decir uno), pero tener una causa emocional (y cada vez más).
A mí la sensación que me da a veces es que los médicos se están quedando atrás. Hay muchas investigaciones de las que ni siquiera han oido hablar. Sé que no se puede estar a todo, pero cada vez más hará falta integrar todo el conocimiento que se conoce y eso sólo se puede hacer cooperando.