
¿Has hecho psicoterapia en un taxi?
Hay tres cosas que te pueden hacer llegar tarde en esta vida: una rubia, una morena y un taxista de Barcelona.
¿Y por qué leches dices esto?
Porque amiguetes el otro día hice el viaje más bizarro que recuerdo en un taxi y que acabó en un sueño pseudoerótico.
El señor taxista era un tipo de mediana edad y acento porteño que había sido psicoanalista en su Buenos Aires natal.
De formación lacaniana, empezó a hablar de la estructuración del inconsciente como un lenguaje, la constitución de la identidad a partir de la mirada del otro…y luego al nombrar a los colegas kleinianos que si la teta buena, la teta mala…
Lo cierto es que había madrugado bastante y ese habla pausada y acunadora me iba sumiendo en un duermevela con contenido eróticofestivo, y es que el taxista se transmutaba en la taxista, una voluptuosa terapeuta argentina que me reñía por haber sido malo y haber faltado a las últimas visitas.
Ya véis, y eso que no suelo recordar los sueños. En fin, vayamos al tema.
Les confieso que en el Hospital Clinic donde hice la especialidad de Psiquiatría, una de las boutades que circulaban sobre todo en boca de algún colega era ¿ eso del Psicoanálisis se estudia en la asignatura de Historia de la Medicina, no?
A estas alturas del partido no me atrevería yo a tanto. Apenas tengo un par de lecturas y ninguna formación dinámica, y por tanto no cargaré contra el psicoanálisis pero siempre me he preguntado ¿alguien entiende a Lacan? ¿y a los kleinianos? ¿y a los reichianos?
La literatura en la que se hace mofa de Freud y sucesores es infinita, lo mismo que hay seguidores incondicionales.
En la wikipedia al amigo Noam Chomsky, tipo controvertido donde los haya, le ponen en boca la siguiente perorata:
“En el caso de Lacan, por ejemplo –y aunque va a sonar mal- tengo la sincera impresión de que era un charlatán deliberado y de que solo trataba de jugar con la comunidad intelectual parisina para ver cuántos disparates podía decir sin que dejaran de tomarle en serio. Digo esto en un sentido bastante literal. Lo conocí personalmente.”
Algo parecido cuenta el escritor y bonvivant José Luis de Villalonga en sus memorias, el cual tras haber tenido alguna conversación con nuestro simpático Lacan llegó a idéntica conclusión.
Todo esto viene a cuento de atreverme a haceros unas recomendaciones tan criticables como la opinión de mi vecina sobre el uso del hinojo para las flatulencias.
Siempre que se os ocurra acudir a un psiquiatra, psicólogo, gurú del desarrollo personal, coach de cualquier pelaje y afiliación, chamán, curandero o vidente africano acoten un contrato terapeútico o algo que se le parezca.
¿Eing?
Aunque nadie te puede garantizar el éxito en una terapia al menos uno debe tener ciertas nociones sobre la metodología del ayudador y los timings a los que someterse.
Si vas a un terapeuta y no tenemos una mínima estructura en cuanto a la duración del número de sesiones, de los objetivos a alcanzar y lo qué nos indica si vamos por buen camino, si así es, huye como alma que se lleva el diablo.
Jugar a la ambiguedad, a la ocurrencia o al hablar por hablar cual locutor de espacio radiofónico nocturno no creo que nos lleve a ningún lado y es aprovecharse de la situación de debilidad en la que se encuentra el consultante.
Si por contra eres una rica heredera o un tipo ocioso y no te importa soltar la pasta para que te escuche alguien que periódicamente suelte un mugido de asentimiento eso es otra cosa.En realidad este formato donde uno se dice a si mismo lo que quiere oir seguido de asentimientos del escuchador me temo que debe ser más frecuente de lo que parece a tenor de lo que explican los pacientes al relatar sus sesiones.
¡¡Y funciona de alguna forma!! Vomitar las neuras y poner el programa de centrifugado del coco no es mala cosa según para qué problemas.
Insisto que no se me entienda mal. No digo que eso sea el psicoanalisis ni otros formatos de terapia.
Me refiero únicamente a quién deliberadamente o por carencia de expertise convierte sus sesiones en un habla por hablar o escuchar por escuchar.
Por tanto sean críticos con lo que hacen y sobre todo con lo que reciben en una sesión de terapia. Esta no ha de ser una suerte de psicomagia a lo Jodorosky por más entretenida que sea o puede que sí, y me estoy perdiendo la modalidad terapia-espectáculo.
Cito a @TIP_RETURNS: Señorías, como diría el Gran Bárcenas, me voy al “Sobre”.
Y aquí acabo por hoy. Sean por favor buenos ciudadanos y compartan en las redes sociales estas ocurrencias si les place.
Jojojojo. Cien por cien de acuerdo. Basta ya de pseudociencias, chamanerias, cuencos tibetanos y apertura de chacras. Eso esta muy bien para la tertulia de café, pero estamos jugando con la salud de las personas.
Si alguien fuese a operarse y el médico le pusiese sanguijuelas o le ofreciese imposición de manos, se echaría las manos a la cabeza. Pero curiosamente en el campo de la salud mental vale todo. (Como anécdota hace unos años llegó a mi una paciente con ataques de pánico, y su anterior “psicólogo” le había diagnosticado posesiones de su difunto hermano)
Todos los usuarios de centros de salud mental están en su derecho de elegir terapias que hayan demostrado empíricamente su efectividad. Usemos ese derecho.
La psiquiatria y la psicología son ciencias. ¡¡¡No hacemos el indio!!!
Que a gusto me he quedado.
Un abrazo Dr Arcega
Hola Jesús, nuestro corpus doctrinal pasa justo el examen pero eso no justifica la permisividad que tienen las autoridades sanitarias y no sanitarias hacia todos los vendedores de humo que andan por ahí algunos de los cuales llegan a impartir clases en colegios profesionales y universidades.
Saludos!!
Eso ya si que es de traca… No solo es que lo permitan… Si no que lo financian en muchas ocasiones…
Yo creo que es puro desinterés e improvisación. No hya que buscar conspiraciones ni apaños raros.
Mediterranean gestion style!!
Buenos días José Manuel. Carlos Castilla del Pino, uno de mis maestros, denominaba a Lacan: “charlacán”. Saludos
Dicen, dicen…Visitas cortadas cuando le rotaba,una cifra de conductas suicidas entre sus pacientes más alta de lo esperable…
Hoy en día haría las delicias en un programa de TV.
Ahora no abundo más en el tema porque no tengo lecturas profundas sobre la cuestión y tan sólo tengo la sospecha de que es un suflé.
Saludos Rafael!!